El trabajo de techado es una de las ocupaciones más esenciales e importantes en la industria de la construcción en los Estados Unidos. Este oficio no solo es vital para garantizar la seguridad y la protección de los edificios, sino que también contribuye significativamente a la economía y al desarrollo de la infraestructura. A continuación, exploramos en detalle lo que implica el trabajo de techado en EE. UU., sus desafíos, tendencias y su impacto en el mercado laboral.
Trabajo de Techado en EE. UU.
El trabajo de techado es una de las ocupaciones más esenciales e importantes en la industria de la construcción en los Estados Unidos. Este oficio no solo es vital para garantizar la seguridad y la protección de los edificios, sino que también contribuye significativamente a la economía y al desarrollo de la infraestructura. A continuación, exploramos en detalle lo que implica el trabajo de techado en EE. UU., sus desafíos, tendencias y su impacto en el mercado laboral.
¿Qué es el trabajo de techado?
El trabajo de techado implica la instalación, reparación y mantenimiento de techos en edificios residenciales, comerciales e industriales. Los techadores son responsables de asegurar que los techos sean impermeables, duraderos y capaces de soportar las condiciones climáticas locales. Este trabajo requiere habilidades especializadas y una comprensión profunda de los materiales de construcción.
Tipos de trabajos de techado
El trabajo de techado se puede dividir en varias categorías dependiendo del tipo de techo y los materiales utilizados:
Techado Residencial (Techos Inclinados): Esta es la categoría más común en los hogares. Principalmente se utiliza la instalación y reparación de tejas de asfalto, que son populares por su versatilidad, variedad de colores y facilidad de instalación. Sin embargo, también incluye trabajos con tejas de arcilla o concreto, techos de metal (como paneles de costura alzada o tejas metálicas) y tejas de madera o shakes. El trabajo en esta categoría a menudo implica la remoción del material viejo, la preparación de la cubierta y la instalación de nuevas capas de aislamiento, barreras de humedad y el material de acabado.
Techado Comercial e Industrial (Techos Planos o de Baja Pendiente): Para edificios más grandes como almacenes, oficinas o centros comerciales, los techos suelen ser planos o tener una pendiente muy baja. Los materiales más comunes en esta categoría incluyen membranas de TPO (poliolefina termoplástica), EPDM (caucho sintético) y PVC (cloruro de polivinilo), que son sistemas de una sola capa conocidos por su durabilidad y resistencia al agua. También se encuentra el techo de asfalto modificado (ModBit) y los techos construidos (BUR), que consisten en múltiples capas de betún y telas de refuerzo. El trabajo aquí exige conocimientos especializados en sellado de juntas, sistemas de drenaje y manejo de grandes superficies.
Techado Especializado o Histórico: Esta categoría abarca el trabajo con materiales menos comunes o que requieren técnicas artesanales. Incluye la instalación y reparación de techos de pizarra, conocidos por su extrema durabilidad y belleza, pero que requieren instaladores altamente cualificados debido a su peso y fragilidad. También se puede trabajar con techos verdes (cubiertos con vegetación) o techos solares (integrando paneles solares directamente en la estructura del techo), que combinan la funcionalidad del techo con beneficios medioambientales y energéticos.
Techos de asfalto o tejas:
Son, sin duda, el tipo de cubierta más extendido en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo, especialmente en viviendas residenciales. Su popularidad se debe a una combinación de factores prácticos y económicos. Las tejas de asfalto se componen de una base de fibra de vidrio o fieltro orgánico, recubierta de asfalto resistente al agua y gránulos minerales cerámicos que le dan color y protección UV.
Existen dos tipos principales: las tejas de 3 lengüetas (3-tab), que son las más tradicionales y económicas, y las tejas arquitectónicas (o laminadas), que son más gruesas, tienen un aspecto dimensional que imita a la madera o la pizarra, y ofrecen mayor durabilidad y resistencia al viento. Su proceso de instalación es relativamente sencillo y rápido, lo que contribuye a reducir los costos de mano de obra. Además, ofrecen una buena protección contra las inclemencias del tiempo, son resistentes al fuego (muchas tienen clasificaciones de resistencia al fuego de Clase A) y requieren un mantenimiento relativamente bajo. Su vida útil típica oscila entre 15 y 30 años, dependiendo de la calidad del material y las condiciones climáticas. La amplia gama de colores y estilos disponibles permite a los propietarios elegir una opción que se adapte perfectamente a la estética de su hogar.
Techos de metal:
Techos de metal:
Estos techos han ganado una enorme popularidad en las últimas décadas debido a su impresionante durabilidad y longevidad, que a menudo superan los 50 años. Su capacidad para soportar condiciones climáticas extremas, como vientos fuertes, granizo, fuertes nevadas y calor intenso, los convierte en una opción robusta y confiable. Además, son inherentemente resistentes al fuego, lo que añade una capa extra de seguridad para cualquier tipo de edificación.
Más allá de su resistencia física, los techos de metal también son reconocidos por su eficiencia energética. Los acabados reflectantes, especialmente en colores claros, pueden desviar una cantidad significativa de la luz solar y el calor, lo que se traduce en una reducción de los costos de refrigeración en climas cálidos. Son una opción sostenible, ya que la mayoría de los materiales metálicos son reciclables y, a menudo, están hechos de un porcentaje considerable de contenido reciclado. Aunque la inversión inicial puede ser más alta que la de las tejas de asfalto, su mínimo mantenimiento y su excepcional vida útil a menudo resultan en un menor costo total a lo largo del tiempo. Vienen en una amplia variedad de perfiles y colores, desde paneles de costura alzada modernos hasta tejas metálicas que imitan la apariencia de la pizarra, la teja tradicional o la madera, ofreciendo una gran versatilidad estética.
Techos planos:
Esta categoría de techos es predominante en el sector comercial, industrial y en algunas construcciones residenciales modernas donde la estética o la funcionalidad requieren una superficie casi horizontal. A diferencia de los techos inclinados que dependen de la gravedad para el drenaje del agua, los techos planos se basan en un sistema de capas impermeables y una ligera pendiente (generalmente de 1/4 de pulgada por pie) para dirigir el agua hacia los desagües.
Los materiales más utilizados en estos sistemas son las membranas de goma o caucho (EPDM), que son extremadamente duraderas, flexibles y resistentes a los rayos UV y a las fluctuaciones de temperatura. Otro material común es el asfalto modificado (ModBit), que consiste en láminas de asfalto reforzado con polímeros, aplicadas en capas con calor o adhesivos para crear una barrera continua. También son muy populares las membranas TPO (poliolefina termoplástica) y PVC (cloruro de polivinilo), que son sistemas monocapa conocidos por su resistencia a los productos químicos, eficiencia energética (especialmente en colores claros) y facilidad de instalación y reparación. El éxito de un techo plano radica en la meticulosa instalación de estas membranas, prestando especial atención a los sellados en los puntos de penetración (ventilaciones, unidades de HVAC) y en los bordes para asegurar una impermeabilización total y evitar filtraciones de agua.